El imidazol se puede utilizar como materia prima farmacéutica para la fabricación de medicamentos antimicóticos, agentes antimicóticos, medicamentos para el tratamiento de la hipoglucemia, plasma artificial, medicamentos para el tratamiento de la tricomoniasis, medicamentos para el tratamiento del asma bronquial, agentes antimanchas, etc.
El imidazol también es un intermediario de los fármacos antimicóticos diclofenazol, econazol, ketoconazol y clotrimazol.